25 de diciembre, 2024

Estoy acá, en mi casa, a solas.

Acaba de terminar la Navidad

y yo siento que lo que me rodea

sabe a Nochebuena, a caminos de arena,

a ese aire limpio de la madrugada

cuando las aves con su aleteo nos llaman.

Y es porque en este año de mi vida

junto las manos para poder recoger

lo que he sembrado durante mi estadía

en este mundo: un amor que perdura

de un hijo que me llena de ternura,

de un nieto cuyos ojos me estremecen,

y su madre cuyos cuidados me enternecen.

Y así le cierro la puerta a este día navideño,

y con la paz en mi alma me entrego a un dulce sueño.




No comments:

Post a Comment

LA VERDADERA REALIDAD SOLO SE DIVISA CON LOS OJOS DEL ALMA

  Ese día Clara no se había sentido bien como a diario. Si bien sus días se desarrollaban serenos como de costumbre, se había vuelto más agu...