Ya no soy la que era; hoy te miro de otra manera.
Lentamente se fue levantando el telón de mi vida,
poco a poco se desvanecieron sueños e ilusiones,
y voy por fin comprendiendo esa realidad que temía.
Me despierto a veces en la noche estrellada,
y me pregunto el porqué de este encuentro sombrío,
la razón que reunió nuestros distintos destinos,
y qué me
queda hoy de esta larga jornada.
Porque ya no hay lugar para vos en mi vida.
No quedaron los recuerdos, se fueron los dolores
al igual que las sonrisas de esa vida pasada,
y ahora miro hacia atrás y no veo
nada.